1958 El colegio San José de Calasanz abrió sus puertas el 4
de octubre de 1954, con el fin (entre otros) de albergar a los alumnos de la
sección de Internado, hasta entonces alojados en el colegio de San Joaquín. Se
iniciaban las clases tan sólo con seis cursos, los tres primeros de Primaria y
los tres primeros de Bachiller, que irían completándose en los años siguientes.
Algunos de los alumnos provenían del colegio de la calle Carniceros. El primer
rector fue el P. Jaime Sala. Entre los escolapios de la nueva comunidad
figuraban, entre otros, los padres Rafael Puig y Manuel Antequera.
Oficialmente, el colegio fue inaugurado el 27 de noviembre del mismo año. "Texto extraido de la web del colegio".
Como anecdota decir que el solar con una incipiente
edificación pertenecía a la Asociación Alemana de Enseñanza de Valencia. El desenlace
de la Segunda Guerra mundial implicó que todos los bienes del Gobierno alemán
en los países neutrales fueran confiscados por los aliados. El convenio firmado
el 10 de marzo de 1948 entre el gobierno de España y los gobiernos de Estados
Unidos, Gran Bretaña y Francia hacía que el mencionado solar, entre otros
bienes alemanes, pasara a ser propiedad del Estado español, que quiso
enajenarlo en pública subasta. Dos subastas al efecto no lograron encontrar
comprador. Conocedor de ello el abogado D. José Fuenmayor, antiguo alumno del
Colegio de la calle Carniceros y siempre colaborador y amigo, le sugirió al P.
Jesús Gómez la excelente ocasión que se brindaba para optar a la compra de
aquel solar. Tras unas dudas iniciales (el precio a ofertar parecía alto y los
nueve mil metros cuadrados del solar insuficientes) se opta por acudir a la
subasta. La intervención del P. José Mª Blay, Rector entonces del Colegio de
Carniceros, parece decisiva en la decisión tomada al respecto. Se acude a la
subasta, es julio de 1950, y se adquiere el solar . El 17 de octubre de 1951,
tras el pago del segundo plazo acordado, se otorga la escritura de propiedad a
las Escuelas Pías de Valencia. Con posterioridad se adquirirían dos parcelas
colindantes (L. Roisin)
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